lunes, 19 de noviembre de 2012

Hay que ser muy hijo de puta y tener un alto poder de fuego mediático ...






Proyecto Copla de comunicación y política 
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La Semana por Néstor Piccone. Psicólogo y periodista. Proyecto Copla.
NESTOR 2015 - 2019
Hay que ser muy hijo de puta y tener un alto poder de fuego mediático (o sea impunidad)  para poner en cuestión el compromiso militante con que Néstor y Cristina asumieron el gobierno desde mayo de 2003.

El programa del Proyecto K estaba escrito en la historia del movimiento nacional: Independencia Económica (lograda  por vía del desendeudamiento con la banca extranjera y ahora de los fondos buitre, más la recuperación de YPF, el correo, las AFJP, Aerolíneas); Soberanía Política (capacidad de gobernar por sobre los mandatos de los poderes reales, las corporaciones, cuya reforma fundamental fue, es y seguirá siendo la Ley de Medios ) y Justicia Social (reconocimiento de ciudadanía y actualización de derechos como el de igualdad de género u  otros de nueva generación que se pusieron en vigencia en los últimos tres gobiernos kirchneristas).
El 17 de noviembre fue un día justo para ver un ensayo cinematográfico sobre la vida, pasión y muerte de Néstor Kirchner y su familia. Si hay algo que se observa a lo largo de la película es la pasión puesta al servicio del programa histórico.

Kirchner rasguña el atril montado en la Esma mientras pide perdón en nombre del Estado Nacional por los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura, una decisión negada por sus antecesores.

Quien nunca entró a la Esma no puede dar cuenta de lo que significa recorrer esas calles y edificios poblados de fantasmas asesinos y compañeros muertos y desaparecidos. Hablar en público en la Esma es desafiarlos y además darle cuerpo a los compañeros que padecieron el secuestro desaparecedor. Y Kirchner lo hizo.

La insidia que los Medios imponen para debilitar la moral de quienes militan en el Proyecto Nacional es constante. Contra Néstor y Cristina es descomunal, nadie debió padecer semejante distrato. Ver a Néstor hablando ante cientos de militares diciendo que no tenía miedo y que por vía de Nilda Garré venía a construir un nuevo ejército sobre la base de las condenas y no del perdón a los genocidas.
Si como dicen algunos ideólogos de izquierda, azuzados por los Medios, los K usaron y usan la bandera de los derechos humanos para ganar votos, no habrían necesitado poner tanto el cuerpo para lograr lo que se logró. Hay muchos políticos de todos los colores que no quieren juntar votos con las causas que parecían pérdidas en 2003, pero que menos están dispuestos a militar por desenterrar las causas que permitieron llegar al golpe de 1976 y menos a remover los escombros que la globalización neoliberal dejó en el suelo argentino cuando arrasó con las privatizaciones y el desguace del Estado.

Hay sangre en los ojos, cuando se tiene rabia. Hay lágrimas cuando se llega a la comprensión o la impotencia como hay sonrisas y morisquetas populares cuando se gobierna con alegría y con pasión. Eso está en la película y es buena como antídoto contra el olvido y la canalla mediática.

Ver una película entre militantes y en un estadio como el Luna Park es un espectáculo aparte. El himno nacional peronista se cantó sin pedir permiso, incluída la estrofa kirchnerista. Se aplaudió a Alfonsín y se silbó a Lanata (aunque en escena denunciara a Clarín) al Moyano K (defendiendo al gobierno de los golpistas campestres) y por supuesto a Menem y a Cobos. Está la Ley de Medios, los 21 Puntos y el sujeto que lo hizo posible. Habla Máximo y, cosa que perdurará más allá de la película es que la muerte de Néstor quedará por siempre atada a su dolor y compromiso por condenar a los responsables de la muerte de Mariano Ferreyra, un militante popular del PO.

La película provoca. Como nunca los medios  que comenzaron la campaña 2015 apenas logrado el 54 por ciento de los votos, esta semana pusieron y sacaron candidatos enterrando la re-reelección, como si el 7 de diciembre fuera día de comicios nacionales.
Pero va quedando claro, con lo que pasa en Latinoamérica, que los pueblos sostienen en el gobierno a los militantes más fieles; a esos que como Néstor desafían  a los poderes poniendo en alto las banderas del Proyecto Nacional  y Popular.
 
Néstor Piccone

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