lunes, 5 de noviembre de 2012

MAGNETTO COMO YABRAN







Jorge Déboli, es un sesentista. Sus canas lo delatan tanto como su relato: ese que con el que da cuenta que utilizaba el grabador Geloso para difundir los mensajes en cintas magnetofónicas que Perón enviaba desde su exilio en Madrid. Actualmente es Editor Periodístico “gráfico” como le gusta definirse. Por estos días anda recorriendo el país, más precisamente la comarca andina que va de San Martín de los Andes a El Bolsón.

En su paso por Bariloche, acompañado y acompañando a otros militantes de la Coalición por una Comunicación Democrática, en línea con debatir con comunicadores, periodistas, universitarios, funcionarios, radiodifusores, militantes sociales y políticos dio su propia visión de lo que pasa con el monopolio y con el 7 de diciembre.

Desde la Patagonia la vida se ve distinta, el país se siente de otra manera. En Bariloche, por ejemplo, el grupo Clarín no tiene cable, tiene un canal de televisión abierta. Existen dos cables: uno es del Grupo Vila Manzano y el otro es de la cooperativa eléctrica de la ciudad, o sea es de los barilochenses. Hay señales y programas que pelean por comunicar lo que pasa en la ciudad pero les cuesta conseguir pantalla. El canal estatal provincial no tiene visibilidad en la ciudad, como en la mayoría de las localidades de la provincia.

 La última vez que los medios hegemónicos porteños se ocuparon de la comarca fue por la catástrofe del volcán Puyehue, después se olvidaron. A los medios monopólicos no les importa la vida diaria de los argentinos.

Déboli, que alguna vez integró ADEPA, la entidad hegemonizada por Clarín, representando a una agencia provincial de noticias de la que era su Director General (controlada por cinco diarios bonaerenses socios minoritarios del Grupo Clarin en la agencia DyN), sabe cómo opera el monopolio. Déboli, fue de los primeros en alertar al gobierno nacional sobre cómo operan estas dos empresas  (Clarin y La Nación), asociadas al Estado, manejando el precio y la distribución del papel para diario. Con su insistencia supo sumar a unos cuantos diarios y semanarios del interior para que la política comprendiera que si no hay acceso al papel, no hay Libertad de Prensa.

En medio del primaveral clima montañoso, Déboli contó con mucha tranquilidad pero con la seguridad que le da la coherencia de haber defendido siempre la causa de la Libertad de Expresión, cómo logró que se conociera esta seria limitación a Libertad de Información y del derecho de los lectores a informarse a través del medio local, a partir del manejo monopólico de la fabricación y distribución del papel para diario. Fue en las Audiencias públicas promovidas para debatir en el Parlamento el Proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el año 2009, que pudo colar la denuncia contra el manejo autoritario que del papel hacían los dueños de La Nación y Clarín, los hoy más conocidos Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre.

En Bariloche hay un diario local, El Cordillerano que no es oficialista, pero por las dificultades que tiene para acceder a una cantidad y un precio justo del papel ve limitada suLibertad de Prensa, pudiendo salir con ediciones de apenas 40 páginas. Tiene que competir con otro diario, el Río Negro, que por ser socio minoritario de Clarín, corre con la ventaja de conseguir mas papel a menor precio, lo que le permite salir con 88 páginasPor esa sociedad logra imponer un diario de mejor calidad estética y de impresión. El Río Negro no es Clarín pero dice lo mismo. Como contrapartida por del papel, existe un acuerdo, logrado bajo presión de Clarín para que  los títulos de tapa de carácter nacional estén en línea con el diario porteño.

Déboli, contó algunas cosas más, que si bien no tienen que ver con el 7D, no deberían pasar desapercibidas. Mitre y Magnetto están acusados de haberse quedado con Papel Prensa bajo la dictadura y aprovechando el poder desaparecedor de los militares, para quitarle a la familia Graiver esta empresa de alto valor estratégico.
Déboli, un loco del Twiter y de la lectura de Medios a través del celular, contó también que el jueves pasado la famosa Cámara de Casación Penal luego de largas demoras, (dos años aproximadamente) designó al juez Julián Ercolini en la causa por la apropiación de Papel Prensa. Este delito está caratulado de Lesa Humanidad.

Magnetto tiene muchos problemas y por eso tuvo que salir de la cueva. Como Yabrán en su momento se vio obligado a hablar públicamente, perdió la impunidad que le da moverse por detrás de sus múltiples pantallas y coberturas. Acusó al gobierno como hace todos los días desde el monopolio. Pero pase lo que pase va quedando claro que su accionar no es el de un empresario periodístico, sino la de un mafioso que más tarde o más temprano (y por vía de la justicia)  terminará con sus huesos en la cárcel, como cualquier delincuente.
 
 
Néstor Piccone

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