viernes, 24 de mayo de 2013

Década ganada: Inventario, escribe Anibal Fernandez


Del largo inventario de cuestiones que emergen de los últimos diez años de la Argentina elijo las emociones. De verdad, las prefiero a los datos y los números que, por importantes que sean, nunca expresan acabadamente la evolución ni los cambios, probablemente porque, como decía Lincoln Freire, “las cifras son como los bikinis: muestran casi todo, pero esconden lo principal”.
La pasión y la emoción como vehículo, para transitar una década plagada de acciones y decisiones que nos dejan esta Argentina distinta que hoy vivimos.
Primero, la sensación especial/orgullo de haber acompañado a Néstor Kirchner en campaña. De ir incorporando de a poco su determinismo, su entusiasmo, su exaltación por momentos... Lo escuchaba y no podía creerlo: ¡Tan lleno de convicciones, de proyectos, de reivindicaciones! Un tipo lleno de “sueños de pizzerías y de cafetines” al decir del Negro Dolina, que luego se irían cumpliendo uno por uno.
Después, el símbolo del día de su asunción: la máquina de un fotógrafo hiriéndolo en la frente. ¿Habrá sido un símbolo de lo que luego sería la relación entre el gobierno y cierta prensa que no puede acostumbrarse a la pérdida de poder...? Y la satisfacción de escucharlo decir que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno.
Y más adelante el inmenso orgullo de ver que, en su condición de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, diera la orden de bajar el cuadro del asesino Videla, de las paredes del Colegio Militar... O la satisfacción cuando anunció el pago de la deuda con el FMI, para no tener que soportar sus intromisiones.
Después del Flaco, la responsabilidad de acompañar a la Presidenta en su primer gobierno y la profunda admiración de verla ponerse el país al hombro y de enfrentarse al nuevo-viejo enemigo del Pueblo: las corporaciones.
Y también el entusiasmo de avanzar contra la adversidad. De obtener logros como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual o la recuperación de Aerolíneas Argentinas o la restitución del Sistema Previsional o YPF en manos del Estado...
Y luego el dolor. El más profundo, el más total. El de la muerte del amigo, del compañero, del conductor. Y la entereza de Cristina. Y su compromiso. Y su decisión. Y ese hueco que se le hace a uno en el medio del pecho, llenándose del optimismo de ver a los más jóvenes ganando las calles, apropiándose del hoy, proyectándose hacia el futuro en nombre de la Política.
Y seguramente muchas cosas más. Intimas. Personales. Pero sobre todo, la inimaginable emoción de haber sido parte del Gobierno que nos devolvió la Argentina a los argentinos.

fuente
 http://www.anibalfernandez.com.ar/index.php/te-lo-digo-yo-220/1214-decada-ganada-inventario

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