El Megafestival en Plaza de Mayo que evocará la gesta patria del 25 de Mayo de 1810 incluye la celebración de los 10 años de gestión del actual gobierno. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, recordó detalles y anécdotas de la asunción de Néstor Kirchner, embrión de la que hoy es la "década ganada"
El ministro que permaneció los diez años en el mismo cargo, al frente de la cartera laboral, Carlos Tomada, fue entrevistado por Miradas al Sur junto a quienes ocuparan entonces la jefatura de gabinete de la Cancillería, Eduardo Valdés, y el Ministerio de Educación, el Senador Daniel Filmus, y rememoró los difíciles tiempos del traspaso, así como la conformación del equipo de funcionarios: "Ese fin de semana nos encontramos caminando en frente a la Facultad de Derecho. Y el lunes anticipó por teléfono y el martes se difundió públicamente", narró.
A Tomada la propuesta le llegó en dos etapas. "Primero, Alberto Fernández me dice que me va a llamar Néstor. Cuando yo me recupero del desmayo, me llama Néstor y me dice que íbamos a trabajar duro. Yo estoy tentado en contar algo que no he contado nunca pero que me pareció muy divertido. Yo le agradezco... y entonces me dice: “Vas a ver que va a andar todo bien, les vamos a romper el alma”, “está bien, Néstor, por supuesto, yo voy a laburar con vos, va a ser muy lindo”, “sí, vas a ver que les vamos a romper el alma, le vamos a romper el alma”. No me quedaba claro a quiénes. Después, al poco tiempo, me fue quedando cada vez más claro.
Acerca de los preparativos para iniciar el gobierno, Tomada señala que "hay un Néstor Kirchner que se construye obviamente en la gestión en Santa Cruz. En la gestión como intendente, como gobernador, con equipo, porque también tenía un equipo que se había ido construyendo en esos años. Y después toda la campaña fue un permanente sumarse de cuadros que escuchaban cosas que hacía muchos años que no se escuchaban y que hasta hacían dudar de la posibilidad de que fuera cierto"
Pone como ejemplo que "hablar del Estado de la forma en que Néstor lo hacía en aquellos tiempos era una herejía, pensar en el tema del salario mínimo, cuando había sido demonizado durante años, decir que la inversión pública iba a ser un motor de la economía cuando la inversión pública estaba denostada en la Argentina".
Amplía: "Él hablaba de estas cosas, generaba sorpresa por un lado y un enorme entusiasmo que hizo que alrededor hubiera mucha gente que se sumaba, sobre todo de gente que venía del peronismo y de otras fuerzas políticas".
Tomada califica de "tontería" lo que algunos suelen decir sobre la idea de un cambio de Kirchner después que asume, respecto de lo que venía sosteniendo desde antes cuando recorría el país...
Recuerda que "cuando Néstor dice en su discurso “yo pertenezco a una generación dizmada” fue una sorpresa... ahora todo eso parece más o menos normal, pero la cara de todo el mundo en ese momento decía “¡¿cómo, cómo viene a hablar de esto?!”
Y resalta: "Creo que también fue el hombre que mejor supo leer ese momento de la historia. Es cierto que estaba un paso adelante, pero él no es un rayo de la historia. Él se considera un “hijo de las Madres de Plaza de Mayo” y también “somos hijos del 19 y el 20 de diciembre”. Me parece que él va para adelante pero además atiende las distintas demandas que en ese momento estaban planteadas de alguna manera".
El ministro evoca "ciertas cosas que hacía y a mí me sorprendían, como en los actos en Casa de Gobierno, cuando el tema era tuyo; hablabas un rato antes con él. Entonces en esa conversación Néstor decía algo que a mí me parecía que era entre nosotros. Caminaba los veinte pasos, empezaba el acto y decía lo mismo, con la misma densidad, con la misma verdad, el mismo compromiso que había mostrado en la charla previa".
Acerca de la expectativa de los factores de poder en la Argentina en torno de que la llegada de Néstor Kirchner era como que se les escapaba la tortuga y confiaban en que, en realidad, se iba a subir al caballo por izquierda y se iba a bajar por derecha, Tomada ratifica que "tenían una lectura que era la lectura habitual".
Y precisa: "¿Por qué iba a cambiar lo que siempre habían podido hacer con todos los demás presidentes de la democracia? Ni siquiera sé si lo planteaban específicamente de Néstor Kirchner, lo hubieran pensado de cualquiera. Se equivocaron".
Conflicto laboral
Considera asimismo interesante el proceso de pase del conflicto social al conflicto laboral. "Por la puerta del Ministerio, pasaban entre dos y tres movilizaciones por día y en muchos casos no pedían nada, solamente querían que los vieran, que supiéramos que existían. Yo que venía de la práctica del Movimiento Obrero más bien acostumbrado a la cuestión del salario o de condiciones de trabajo me encontraba negociando con kilos de carne y kilos de pan".
Me decía: “¿Cuál va a ser el día que logremos avanzar realmente? Bueno, el día que en la puerta del Ministerio hubiera trabajadores. Y eso pasó un año, un año y medio después. Pero en ese primer tiempo, a la semana de haber asumido estaba firmando el pago de los Planes de Jefes y Jefas de Hogar. Digo, para que entendamos lo que había pasado con el trabajo en la Argentina. El Ministerio de Trabajo pagaba planes sociales".
El ministro subraya haber tomado contacto con la dimensión de Patria Grande en oportunidad de la Cumbre de Mar del Plata. Y afirma que le tocó de cerca porque el lema fue “crear empleo para crecer en democracia y erradicar la pobreza”.
Sostiene que así como todas las anteriores cumbres hablaban de temas financieros, de la economía, en esta nació la idea de la Patria Grande, "porque empieza a aparecer esta idea de que la suerte de uno tiene que ver con la suerte del otro. Algo que hacía 200 años que América no vivía. Y en eso Néstor tiene un rol, junto con Chávez y Lula, ¿no?", redondea.
Ante la pregunta de "¿cuánto jugó el peronismo como sentimiento, como historia de derechos, como organización política, como sentimiento de resistencia, de dignidad, cuanto jugó el peronismo en que Néstor Kirchner haya podido ensamblar todo esto que se describe?", el ministro Tomada reflexiona: "Néstor hace dos cosas en un solo movimiento. Por un lado, recupera, rescata, podría decirse, el peronismo. Creo que todos los peronistas sintieron que éste era el momento, ésta era la dirección, después podrá haber algunos tironeos, pero yo creo que él recupera el peronismo y al mismo tiempo toma las banderas del progresismo en esta mirada donde empieza a dar respuestas a unos, a otros, este avance pocas veces visto en la historia Argentina".
Finalmente, Tomada analiza cómo está preparado el gobierno para ir hacia adelante transcurridos ya los diez años y destaca "la adrenalina que mantenemos, que tiene que ver con este umbral tan alto que han fijado los gobiernos de Néstor y Cristina, un umbral de inclusión social que sabemos que tenemos que defenderlo, que tenemos que consolidarlo para seguir avanzando".
En ese punto distingue el antes y el después de la "década ganada": "Avanzar es un desafío, y defender y consolidar lo que tenemos es otro. Así que hay entusiasmo de sobra", enfatiza.
Fuente: Prensa Argentina
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