El cierre de listas de postulantes para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 11 de agosto deja en claro un escenario electoral donde se juega, además, la proyección para las presidenciales de 2015. El peso del electorado de la Provincia de Buenos Aires es clave y es ahí donde se dirimen los protagonismos actuales y futuros.
La primer observación y la de mayor valor analítico tras el cierre de listas de precandidatos para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias es que con la aparición de Sergio Massa en Buenos Aires, que obliga a la moderar las legítimas pretensiones del sciolismo en el armado de listas bonaerenses, va quedando claro que la perspectiva nacional de cara al año 2015 tendrá al kirchnerismo liderado por Cristina Kirchner como actor principalísimo y casi excluyente con o sin reelección de la Presidenta y tras 12 años de gobierno.
Por otra parte, la candidatura “estelar” de Sergio Massa en Buenos Aires también señala que, al menos en territorio bonaerense, no hay posibilidad de construcción de una alternativa antikirchnerista furiosa como plantean los grandes medios opositores y lo políticos por ellos editorializados.
Se trata sin duda de una gran apuesta la del Intendente de Tigre que deberá ganar esta elección si es que quiere mantener sus expectativas de disputar la provincia en 2015, ya no frente a los viejos políticos bonaerenses, sino confrotando con una nueva generación de kirchneristas con gestión distrital como respaldo y que, adicionalmente, tras las elecciones legislativas de 2013, irán cobrando volumen provincial con chances ciertas de derrotarlo en su segunda participación electoral bonaerense, luego de la de junio del año 2009 , integrando las listas del FPV.
Así las cosas, tras el cierre de listas de precandidatos, el FPV conducido por Cristina Kirchner volvió a mostrar que es la fuerza de mayor volumen y protagonismo nacional y, a contrario sensu, tal vez nunca antes desde mayo de 2003, la oposición mostró un nivel tan notable de fragmentación como en esta selección de precandidatos, aún superior al de octubre de 2011. Hasta Domingo Felipe Cavallo se da el lujo de marchar con su propia lista.
La excepción a esta regla de fragmentación creciente pareciera ser la coalición entre la UCR y el partido Socialista, que seguramente se consolidará como la segunda minoría a la hora del recuento nacional, pero en niveles muy similares a los obtenidos en octubre de 2011 sin chances de competencia nacional sólida
Capitulo aparte merece el PRO, la fuerza predilecta de los medios opositores metropolitanos, también ellos grandes derrotados en la selección de precandidatos.
Tras conocerse la ausencia de precandidatos expectantes en la Provincia de Buenos Aires por parte de la fuerza que lidera Mauricio Macri, en términos prácticos, el PRO se despide de cualquier intento presidencial, lo mismo que la "disidencia peronista", con su figura nacional recluida en la provincia de Córdoba y con algunos referentes gremiales insertos en la magullada lista de Francisco De Narváez, que escarmentó una vez más como ya sucedió en octubre de 2011 que el escenario del año 2009 solo existe en su imaginación.
Para entender por qué el PRO ha concluido su experiencia como alternativa nacional, observen los mapas adjuntos a esta columna (galería de imágenes). La determinación del aporte de votos positivos que se muestra en cada distrito se realizó tomando en cuenta el promedio de los niveles históricos de voto negativo (anulado, impugnado y blanco) y la magnitud del ausentismo en cada distrito nacional, registrado en las elecciones realizadas desde la recuperación democrática para elegir fórmula presidencial. Los resultados son muy contundentes: el 38,1% del voto positivo nacional se concentra en Provincia de Buenos Aires Dicho de otra manera, de cada 100 votos positivos nacionales, 38,1 se generan en la Provincia de Buenos Aires, 8,8 en Córdoba y 9 en Santa Fé, en tanto en Formosa por caso, se genera 1,1 en Jujuy 1,3 y en San Juan surgen 1,7.
En este sentido, debe considerarse que , por ejemplo, una diferencia electoral de 5 puntos en la Provincia de Buenos Aires del candidato A, solo será compensada con una diferencia de 24 puntos en el NEA o 20 puntos en el NOA o al menos 9 puntos en la suma de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos del candidato B. Por este motivo, se afirma que la Provincia de Buenos Aires es madre de todas las batallas y el comportamiento de una fórmula en ese distrito estratégico define de manera concluyente su performance nacional.
Este distrito, entonces, es hoy el vértice electoral del país y sobre él estarán puestos todos los recursos materiales y simbólicos de la campaña electoral de cara a las legislativas de octubre. Del mismo modo, cualquier fuerza que quiera ser una alternativa electoral realmente existente a nivel nacional debe ser competitiva en tierras bonaerenses sí o sí, todo lo demás es literatura fantástica, fotogenia, fuegos de artificio por lo que, insistimos, el PRO, hoy sin candidato bonaerense para las legislativas 2013, encuentra su límite estructural para proyectarse hacia las presidenciales del año 2015.
En síntesis, una primera lectura de los precandidatos permite imaginar un escenario nacional hegemonizado por el FPV, una segunda minoría representada por el acuerdo entre la UCR y el Socialismo y el GEN y el definitivo opacamiento del PRO y el llamado Peronismo Disidente como alternativas nacionales expectable, reducidos a partidos vecinales, con muy escasa proyección nacional, en especial por su ausencia de candidatos competitivos en Provincia de Buenos Aires que, como se observa en los mapas que acompaña esta columna que muestra el porcentaje de votos nacionales que aporta cada distrito y permitirá observar que salvo el FPV y el frente UCR-PSocialista, el resto de la oposición carece de chances nacionales por ausencia de candidatos en distritos claves.
Artemio López
No hay comentarios:
Publicar un comentario