jueves, 20 de octubre de 2011

Domínguez llamó a profundizar "la integración entre la educación y el proyecto nacional"

El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, afirmó hoy, al exponer en la Universidad de La Matanza sobre el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) y el proyecto de ley de Tierras, que "para aumentar la producción debemos integrar la oferta educativa con los intereses de la Nación".

“La integración entre la educación y el proyecto nacional nos permitirá cumplir con la responsabilidad que tenemos como generación del Bicentenario, que es dejarle a nuestros hijos la capacidad de pensar nuestro propio desarrollo en función de valores que nos permitan multiplicar lo que hemos recibido de nuestros antepasados”, aseguró Domínguez, acompañado por el subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, y el rector de la Universidad, Daniel Martínez.
El ministro recordó que “la agricultura en la Argentina ha cambiado sustancialmente en los últimos diez años, porque hoy no sólo se compone de 70.000 productores de soja, 40.000 de maíz y 30.000 de trigo, sino que ese universo se amplió a 1,8 millón de personas, entre ingenieros, contratistas, proveedores y otros tantos actores que se vinculan directa o indirectamente al sector”. 

“Es por eso que cuando comenzamos con el PEA convocamos a todos esos sectores a trabajar mancomunadamente con el Estado en la construcción del lugar donde queremos llegar para ser protagonistas de esta oportunidad histórica que el mundo nos brinda como país proveedor de alimentos”, agregó. 

El titular de la cartera agraria destacó que, según estudios internacionales, la Argentina cuenta con la dirigencia mejor preparada del planeta, y se posiciona como el primer exportador mundial de miel, aceite y harina de soja; el segundo de aceite de girasol, maíz y limón; y el tercer exportador de soja y jugo de manzana concentrada.

“El mundo nos ve como un actor muy importante en la provisión de alimentos”, dijo el funcionario y advirtió que “no debemos olvidar que la oferta es escasa y la demanda es creciente, lo que empuja a las potencias a querer comprar tierras cultivables en diferentes puntos del planeta".

Domínguez señaló, entonces, que "debemos contar con una ley de tierras que resguarde nuestra soberanía y nos permita potenciar esta fortaleza que tenemos de cara al mundo que viene”.

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