domingo, 7 de julio de 2013

Alicia Kirchner: Un golpe a la dignidad latinoamericana


"En política exterior, será la construcción de una América Latina políticamente estable, próspera, unida, con base en los ideales de democracia y justicia social." "Mercosur e integración latinoamericana serán parte de un proyecto político regional." Néstor Kirchner, 25/05/2003, escribe la ministra.

Los brazos de la colonización geopolítica, económica, social y cultural han sido, históricamente, las clases dominantes. La historia lo demuestra. Son los mismos sectores económicos y políticos que, antes de perder sus intereses concentrados, prefieren arriesgar el bienestar de su pueblo, de sus pares, de su país y hasta de su región. Lo que les molesta es que la inclusión no excluye. Aunque parezca obvio, hay que aclararlo. La inclusión no excluye. No privilegia, no regala. La inclusión equipara, y es eje de la integración sudamericana que nuestro proyecto regional impulsa.

El agravio que sufrió el presidente Evo Morales es una clara violación a los derechos institucionales, a los tratados internacionales y una humillación que afecta a todos los países de la región. Varios ciudadanos y ciudadanas ya se hicieron la misma pregunta: ¿Y si hubiera sido al revés? Si un representante de la democracia liberal europea hubiera sido detenido durante 14 horas en un país latinoamericano, ¿cuál hubiera sido el nivel de indignación y de acompañamiento de los iluminados de siempre? Seguramente no el mismo que recibió nuestro compañero Evo.

El jueves pasado, los mandatarios de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), en un masivo acto popular realizado en Bolivia, se promulgaron firmemente y condenaron el accionar de España, Francia, Italia y Portugal. Asimismo, exigieron explicaciones y solicitaron las disculpas necesarias. "Por una vez, que pidan perdón por lo que han hecho. Quiero pedirles muy serena, pero muy seriamente a quienes han violado el derecho que subsanen esto y se hagan cargo", afirmó nuestra presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

El 9 de julio celebramos el Día de la Independencia en Argentina. Este 9 de julio vamos conmemorar nuestras INDEPENDENCIAS. Económicas, políticas, sociales y culturales. Independencias que nos integran regionalmente y que conciben un crecimiento con inclusión social y una identidad en la diversidad de los pueblos que ya se volvieron, evidentemente, grandes amenazas.

El golpe de Estado a Lugo, el embargo de la Fragata Libertad, el temporal secuestro del presidente boliviano, los fondos buitre y demás acciones y actores, que encima cuentan con la complicidad de los poderes concentrados y las chicanas mediáticas, son manejos desesperados de un statu quo quecontinúa quebrandosé por sí mismo. 

Independencia también es la celeridad y contundencia al rechazar este tipo de "maniobras". Esto permite un accionar firme que no necesita de ningún tipo de recetas externas para los problemas que, externamente, generan los mismos de siempre.

La ironía de todo esto radica en que las políticas que impulsamos a nivel nacional y regional no implican quitarle nada a nadie. Implican simplemente la real y efectiva solidaridad entre los distintos sectores sociales. Al pensamiento neoliberal inversamente proporcional, se le antepone el pensamiento popular y proporcionalmente recíproco: si crece uno, tenemos que crecer todos.

La unidad democrática de los pueblos de la Patria Grande va a continuar desbaratando cualquier intento desestabilizador de los vestigios colonialistas actuales. Lo va a hacer a través del diálogo y no de la violencia. Respetando los mecanismos institucionales y haciendo uso de las herramientas democráticas. Legítimo uso de las herramientas democráticas. Es esta política de gestión, es esta convicción ideológica. La que, frente a las corporaciones infames, sigue generando trabajo y justicia social; sigue elegir haciendo; sigue escuchando a las voces de los pueblos, en un siglo que nos encuentra unidos y organizados… frente a todo.

Fuente: Prensa Argentina

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