Por Luis Rodeiro
En el encuentro con los trabajadores de la cultura, celebrado recientemente en el auditorio Néstor Kirchner de Radio Nacional, Carolina Scotto, primera candidata a Diputada Nacional por el Frente para la Victoria, afirmó que en Córdoba hay 14 opciones de voto para las elecciones primarias del 11 de agosto, pero sólo dos proyectos. El del Kirchnerismo y el de todos los otros. La afirmación es cada vez más notoria.
Hay, por un lado, un Proyecto Nacional, popular y democrático soliviantado por 10 años de realizaciones transformadoras y reparadoras de la dignidad de los sectores más postergados y hay un proyecto, con múltiples opciones de maquillaje, que pretenden un regreso a los noventa, con su secuela de exclusión social, de dependencia económica y de culto al Dios Mercado, que siempre distribuye a favor de los poderosos.
El proyecto que en esta instancia representa Carolina no sólo está solventado por los logros de esta década ganada, que son claros y contundentes, sino que forma parte de la historia del movimiento popular argentino, en especial del peronismo histórico que rescató Kirchner de su desviación liberal menemista, y que es el eje de una convergencia de sectores, que se integra tras las banderas histórica de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.
Desde esta historia, desde esa experiencia junto a la lectura de una nueva realidad internacional, ese proyecto propone la centralidad del Estado, como el garante de una redistribución cada vez más justa de los recursos disponibles, mientras que el proyecto de “todos los otros” rechaza ese papel de armonizador del Estado, para entronizar al Mercado como el distribuidor, a través de la ley de la oferta y la demanda, de esos recursos, inclinando siempre la balanza hacia los que más tienen. Las diferencias están a la vista. Por un lado, recuperación de la dignidad de los trabajadores a través del rescate de las paritarias; protección social a los más desfavorecidos, a través de planes sociales como la Asignatura Universal por Hijo; la posibilidad de acceder a una jubilación a millones de compatriotas que estaban excluidos; devolución y ampliación de derechos, como el matrimonio igualitario, el nuevo régimen para los peones rurales y las empleadas de casas de familia; la recuperación de recursos estratégicos como la de YPF, de Aerolíneas Argentinas. Sólo ejemplos de medidas que guardan estrecha relación con esa línea histórica de los movimientos populares, de los caudillos federales, del yrigoyenismo y del peronismo. Es desde esa tradición y de la renovación que exige la nueva realidad del mundo y del país, donde se da la coherencia de un proyecto, que para las mayorías no tiene sorpresa, porque siempre la salida de los problemas no será desde una falsa neutralidad, sino de la opción por los trabajadores, los excluidos, los postergados, los ignorados.
El proyecto “de los otros”, con herederos del peronismo prostibulario como la vertiente del Cordobesismo entre sus opciones, plantean el control de los salarios porque afirman falsamente que son la causa de la inflación; la eliminación de los planes sociales; la supresión de los subsidios en electricidad y gas para los hogares que no son responsables de las políticas económicas del neoliberalismo; la vuelta atrás en la política de retenciones a las ganancias extraordinarias en el campo, para que las crisis y los problemas del desarrollo la paguen los más pobres; el retorno de la privatizaciones que causaron estragos a los sectores populares; la restricción a los derechos sociales.
El proyecto que se compromete a defender y profundizar Carolina y todos y cada uno de los integrantes es el de la política sobre la economía; es de la lucha contra las corporaciones que monopolizan el poder económico, político y social frente a la rendición a sus designios; es el de la integración con Latinoamérica para ensayar un modelo propio frente a las recetas reiterativas y fracasadas, desde el punto de vista de nuestros pueblos, del Banco Mundial, del FMI y los organismos internacionales.
Existen en Córdoba catorce opciones de votos para las elecciones del 11 de agosto, pero sólo dos proyectos: el del peronismo histórico abierto a la simbiosis con otras experiencias de luchas y el del regreso al neoliberalismo; el de Néstor, Cristina, Carolina y el de Schiaretti, Aguad, Baldasi, Riutort, Martínez, etc.; el del Frente para la Victoria y el “de los otros”. Estado o Mercado, como armonizadores de la vida social y económica. Política o Economía, como instrumentos liberadores o de sometimiento. Justicia Social o Beneficios para pocos. Ampliación de derechos y participación o nuevas conculcaciones y espectadores. América Latina o el FMI avasallador de soberanía. Está todo claro.
Fuente : La Mañana de Córdoba
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