domingo, 29 de septiembre de 2013

El kirchnerismo exhibió su capacidad para conducir mayorías en la Cámara de Diputados


El kirchnerismo exhibió la semana pasada en la Cámara de Diputados una bancada sin fisuras encolumnada con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su capacidad de construir acuerdos con fuerzas políticas aliadas y legisladores opositores, a fin de conformar las mayorías para la sanción de leyes estratégicas para el gobierno nacional.

La demostración de fuerza la realizó en una sesión clave y cuando aún sobrevolaba sobre las cúpulas del Congreso la fantasía instalada por la oposición de un traspaso de diputados oficialistas al massista Frente Renovador, como consecuencia de los resultados en las elecciones primarias del 11 de agosto pasado.

Los partidos opositores que hace cuatro años se habían aglutinado en el denominado Grupo A estaban convencidos de que el Frente para la Victoria iba a teneer dificultades para aprobar este esencial paquete de leyes económicas.

En cambio, el oficialismo mostró un bloque monolítico y sin fisuras con sus 109 diputados sentados en sus bancas para defender los tres proyectos económicos de mayor envergadura del año: el presupuesto 2014, la prórroga por dos años de impuestos como la ley del cheque que vencen a fin de año y la extensión de la emergencia económica.

Por eso, la oposición hizo una fuerte jugada para exigir que la ley del cheque se aprobara con mayorías calificadas, aunque en otras cuatro oportunidades se hubiera aprobado con mayoría simple, con el convencimiento de que el oficialismo no podía alcanzar ese número, como lo hacía trascender en cada contacto que mantenían con los periodistas acreditados en el Congreso.

Pero su estrategia fracasó y mostró divisiones dentro del radicalismo, que perdió a un miembro de su bloque, el correntino Rodolfo Fernández; en el nuevo bloque massista Frente Renovador, que se sorprendió por la postura del fueguino Rubén Sciutto; y en Compromiso Federal, donde tres de sus ocho miembros acompañaron al oficialismo.

La primera señal que recibió la oposición sobre la construcción de la mayoría diseñada por el oficialismo fue al empezar la sesión. El miércoles al mediodía estaban sentados en el recinto de sesiones 129 legisladores y aún faltaban ingresar cuatro diputados kirchneristas.

De hecho, el quórum se consiguió con la presencia no sólo de los “leales” del bloque -de los cuales 104 de los 109 estaban presentes cuando se alcanzó el piso para habilitar la sesión- y la veintena de aliados, sino también con el fueguino Rubén Sciutto, el salteño Alfredo Olmedo, el radical correntino Rodolfo Fernández y los puntanos Nora Videla y Sergio Panza.

En las leyes económicas claves, el oficialismo exhibió una bancada unificada detrás del proyecto del gobierno nacional, y demostró intacta su capacidad para construir consensos con otras fuerzas políticas.

Este armado de ingeniería política fue el trabajo minucioso desplegado a lo largo de una semana en forma coordinada por las autoridades de la bancada del Frente para la Victoria, que conduce la bonaerense y candidata a su reelección Juliana Di Tullio, y por el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, informaron a Télam fuentes parlamentarias

El ex intendente de Chacabuco tuvo la difícil misión de construir los consensos con diputados que habitualmente votan en contra de las propuestas del oficialismo, pero siempre están dispuestos a un diálogo institucional, como sucedió con diputados del flamante bloque Compromiso Federal que responde a los hermanos Rodríguez Saá, y de monobloques.

Así, Domínguez recibió a cada uno de los diputados dispuestos a dialogar con el oficialismo para alcanzar los consensos para votar este estratégico paquete económico, cuyo debate se hizo en medio de una campaña electoral, que tiene la atractiva tribuna que es siempre una sesión parlamentaria, y más cuando hay una cincuentena de legisladores que aspiran a su reelección.

En este contexto, los diputados del FPV y la oposición protagonizaron por espacio de 17 horas un arduo debate sobre el modelo económico y las políticas instrumentadas desde su asunción por Néstor Kirchner y reafirmadas y profundizadas por su esposa Cristina Fernández, que está cumpliendo en diciembre seis años de gestión.

Pero además hubo críticas del Frente Progresista a los diputados massistas, como la que realizó Gerardo Milman que calificó al Frente Renovador de "bipolar", porque cuando Sergio Massa fue jefe de Gabinete "nos mandó el mismo presupuesto, las mismas inflaciones, la misma emergencia económica, implementó los mismos mecanismos".

Pero la sorpresa para el heterogéneo conglomerado opositor llegó a las cinco de la mañana, cuando se hizo la votación en general del presupuesto, que fue nominal -cada voto queda registrado en un acta y en el tablero electrónico-, y allí el oficialismo consiguió 134 diputados.

El oficialismo cosechó los 127 sufragios propios y aliados con los que hoy cuenta, a los que se sumaron el radical correntino Rodolfo Fernández; Videla, Panza y Ramona Pucheta, los tres de Compromiso Federal; el fueguino Jorge Garramuño; el sanjuanino Mauricio Ibarra; y Blanca Blanco de Peralta (Santa Cruz), que figura como miembro del bloque pero casi siempre vota en contra.

La oposición reunió 113 votos pero tuvo ocho ausencias, los massistas Alberto Roberti, Graciela Camaño y Mabel Müller; el misionero del peronismo opositor Ramón Puerta; Nora Iturraspe de Unidad Popular; el radical Agustín Portela; la cordobesa delasotista Estela Garnero, y Alfonso Prat Gay.

Los dos diputados que completan los 257 de la Cámara son Martín Sabbatella, con licencia por ser el titular de la ASFCA; y Julián Domínguez, que como presidente de la cámara no vota y solo lo hace excepcionalmente si hay empate o si pide autorización para hacerlo previamente.

En cambio, la prórroga de los impuestos, donde el más importante es la ley del cheque debido a que se estima que aportará unos 70.000 millones de pesos a las arcas públicas, se aprobó con 132 votos contra 110, debido a que rechazaron el proyecto la esposa del gobernador Daniel Peralta, Garramuño y Pucheta, pero se sumó el salteño Olmedo.

En la última votación, realizada a las 6.09, la emergencia económica se aprobó con 131 contra 104 sufragios, y aquí Olmedo rechazó la iniciativa y hubo una veintena de ausentes que representan a bancadas opositoras.

De este modo, en las leyes económicas claves, el oficialismo exhibió una bancada unificada detrás del proyecto del gobierno nacional, y demostró intacta su capacidad para construir consensos con otras fuerzas políticas en el seno de este cuerpo legislativo.

Fuente: Télam

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