domingo, 17 de julio de 2011

La rentabilidad agrícola dejó atrás el conflicto entre campo y gobierno

A tres años del voto "no positivo"


El 17 de julio de 2008 a la madrugada, el vicepresidente Cobos rechazó, en el Senado, la Resolución 125 de retenciones móviles creando un escenario de enorme polarización. Las claves para explicar el contraste con la situación actual.

A tres años del debate por las retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias, una cuestión que dividió tal vez como ninguna otra a la sociedad argentina tras la recuperación democrática, ninguna de las proyecciones realizadas por los analistas de entonces, con inocencia o con la intención de sacar provecho de la derrota oficial, se han cumplido. Esto es, la figura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner no sólo no se debilitó, sino que creció a tal punto que todos los sondeos la dan por ganadora en primera vuelta en las elecciones de octubre próximo. Como contraparte, la Mesa de Enlace, que salió fortificada tras la confrontación, se desdibujó y casi pareciera a punto de quebrarse, más allá de alguna foto conjunta de ocasión. 

La espontánea fama que adquirió el vicepresidente radical Julio Cobos, a quien muchos veían como futuro candidato presidencial, se esfumó apaciblemente y hoy sus aspiraciones llegan a la disputa de apenas una banca de diputado por su provincia mendocina natal. Su situación lo ha dejado relegado, ya no sólo de la política en escala nacional sino también en sus aspiraciones políticas al interior de su propio partido que, a su turno, se ubica lejos en las encuestas.

Economía y Política: Uno de los aspectos centrales para la conformación de un escenario semejante está asociado a que el sector agropecuario recuperó extraordinarios niveles de beneficios en las últimas cosechas posteriores al mentado conflicto.

Según datos oficiales, este año se registrará una cosecha récord de granos, lo que permitirá por primera vez en la historia superar los 100 millones de toneladas. El propio ministro de Agricultura, Julián Domínguez, estimó niveles de “150 millones de toneladas para los próximos cuatro años”. 

Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), indica que la campaña agrícola 2010-11, prácticamente cerrada, no sería una más entre las últimas campañas. “El contexto de elevados precios externos de los granos, acompañado de un nivel de producción sin precedentes, que superaría en 2 millones de toneladas al récord registrado en 2007-08, arrojarían un valor bruto de la producción agrícola nacional que estaría marcando una cifra récord, superando los U$S 40 mil millones para la campaña 2010-11”, indica el informe. 

Según explica el IARAF, el nivel récord que alcanzaría la producción en la campaña 2010-11 estaría impulsado por el trigo, el girasol y el sorgo, que habrían experimentado aumentos del 68%, 60% y 30%, respectivamente en relación a la campaña pasada.

Insistencia: A pesar de obtener ganancias extraordinarias, el sector no interrumpió sus pedidos por una mayor rentabilidad. Es decir que han renovado su reclamo, por la eliminación de los derechos de exportación y la liberalización de los cupos a las ventas externas de maíz y trigo, lo que siempre encuentra eco en políticos de la oposición carentes de planteos propios. 

De hecho, tanto Elisa Carrió como Eduardo Duhalde llevan estas consignas patronales en sus plataformas electorales de cara a las elecciones presidenciales de octubre haciendo oídos sordos no solamente al clima electoral existente sino fundamentalmente a los números de la realidad. Una posición irresponsable si se toma en cuenta el peso de las retenciones en las cuentas nacionales.

Un Balance Autocrítico: Lo cierto es que una vez ganada la batalla por las retenciones, las diferencias en el seno de las cuatro entidades del campo se hicieron notar cada vez más, al punto de amenazar con la ruptura. “A lo mejor nos hemos quedado en la protesta y sin propuestas claras. Tendríamos que haber tenido alguna propuesta contundente y argumentada, meternos más con conseguir salarios dignos, en un marco de recuperación del aparato productivo”, explicó a Tiempo Argentino Carlos Garetto, titular de ConinAgro, una de las cuatro patas de la Mesa junto a Confederaciones Rurales, Sociedad Rural y Federación Agraria Argentina. 

“No se cumplió nada de lo que vaticinaban la Mesa de Enlace y los grupos que la secundaban”


Quedó demostrado que lo que reclamó la mesa de enlace no se condice con la realidad que el campo terminó viviendo. 

El campo hoy tiene precios récord de los cereales y precios muy satisfactorios en el resto de los productos.

La Mesa de Enlace dijo que nos íbamos a quedar sin producción y tenemos récord en agricultura y crecimiento fuerte en ganadería. La caída del stock ganadero se explica por motivos distintos a los que planteaban. Es por la intensa sequía combinada con el fuerte avance de la soja que hizo que las vacas se desplazaran a los campos de menor calidad, quedando doblemente afectados por esa sequía. Hoy el productor de carne está teniendo un aumento.

Según De Angelis, íbamos a tener que importar leche y hoy tenemos un 30% más de leche, ordeñando la misma cantidad de animales que antes. Cuando se desató la crisis internacional, el gobierno nacional salió a subsidiar con $ 0,20 el litro de leche. Un gran contraste con lo que ocurrió en los Estados Unidos donde se faenaron las vacas por no tener otras posibilidades. 

Se dijo que habría que importar trigo y no ocurrió nada de eso. Del maíz se exporta sólo el excedente. Para el 2014 se espera que el 50% del maíz que se produce sea para alimentar pollos. Antes exportábamos el maíz y comprábamos los cerdos y los pollos.

Cuando fue en medio del conflicto de la 125 a los cortes se sumaban los intendentes y trabajadores de las fábricas vinculadas a la producción agrícola. Hoy en esas zonas hay desocupación igual a cero. Los productores están renovando sus herramientas y además se están exportando herramientas al mundo.

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